lunes, 29 de septiembre de 2014

vínculos

caigo en la cuenta, tarde, que lo que falla entre las mujeres son los vínculos que podrían ser el soporte para pensar, coordinar y reaccionar. No hay lucha individual que funcione. Y, por más que sienta que mis libros trazan un camino, es tan solitario, que a veces siento frío!

La imagen que más me acosa sobre las mujeres, es la de su soledad y su desconcierto en medido de este caos que se vive ahora. El capitalismo ha adormecido su capacidad de acción, nos ha intimidado con la amenaza de que una reacción será castigada. Los vínculos, los artículos que podrían ayudarnos a pensar, no se ven, o si se ven no son de forma masiva sino sesgada, casi oculta. Pensar que hay que hacer algo para que esto cambie no es vanidad, y menos, una forma de hacerse conocida, o una forma de publicidad enmascarada (es la peor tribuna la del feminismo, la más despreciada, la más conflictiva) es en realidad una deuda, deuda como mujer, como una historia sexuada a partir y desde ahí, y una deuda con el lenguaje, que no puede volverse totalmente esquizofrénico y desligado de la realidad... el lenguaje puede nombrar y puede liberar, de ahí mi inquietud.

cuelgo un link sobre la celebrada participación de Emma Watson en la ONU, parecía un cuento de hadas, pero, detrás de eso hay otro análisis que es importante tener en cuenta.
Miren este texto. las pocas personas que leen miren con atención:

http://www.portaloaca.com/articulos/antipatriarcado/9437-emma-watson-el-angelical-rostro-del-patriarcado-internacional-al-servicio-del-capitalismo.html

martes, 9 de septiembre de 2014

abajo las máscaras

Lo más sorprendente del reciente libro de Valérie Trierwieler, Gracias por este instante, es su impacto. Hay muchos razones para que esto sea así, primero, es la ex-compañera de Francois Hollande, presidente de Francia, segundo, este libro se publica luego de una separación complicada, en medio de una crisis moral, económica, política de las clases gobernantes, y de una desencanto general de la población que esperaba otra cosa de un presidente de "izquierda".
Esta palabra cada vez suena más fofa, las ideas suenan disociadas de las acciones, y es ahí donde este libro ha tocado una herida, una experiencia que cada persona vive con cierta amargura: la relación con la mentira, las palabras que no quieren decir nada, no significan, no comprometen a las personas. El lenguaje empleado de esta manera se deshumaniza, deshumaniza y hunde a todo el mundo en la depresión. Si no podemos creer en lo que nos dicen, ¿qué nos queda, el cinismo, la oscuridad de la dimisión?

Un filósofo francés decía que el sentimiento más común entre la población francesa era la invisibilidad, la soledad y el desarraigo. No creo que les sea exclusivo, aunque tal vez el sueño de un país rico, con un gobierno de valores supuestamente colectivos prometía mucho más, y prometía mucho más también a las mujeres. Valérie Trierwieler revela un problema de sociedad profundo que concierne a todas las mujeres en el mundo: la del maltrato sistemático  de las mujeres, maltrato sicológico a través del desprecio, en realidad es también  de toda una población, de un llamado género, femenino, para usar esta palabra que significa MUJER. ¿Qué significa para los hombres políticos? Aparentemente no más que "los desdentados",  a los que según ella hace alusión cuando Francois Hollande se refiere a los pobres (sic). Incluso esto podría ser inocuo en una persona que no ha manifestado sensibilidad sino más bien una inteligencia astuta, miedosa, estratégica. Tal vez ese sea el problema más grave en Francia, la reproducción en serie de modelos masculinos torpes, depredadores que se enfrentan a la misma representación milenaria de la mujer: un medio, un objeto, no una persona. Más allá del interés morboso que ha despertado el libro, lo que se refleja  en el libro parece ser la vulnerabilidad de una mujer arrojada a la muchedumbre, expuesta, humillada, repudiada.

Lo más alucinante es que muchas librerías se nieguen a venderlo (re sic), que tantas mujeres salgan vestidas de geishas a defender a su "hombre de estado". Pasó lo mismo con Dominique Strauss-Kahn cuando se le acusó de violación. Incluso Julia Kristeva saltó a ala tarima para decir que "había que comprender las necesidades físicas de un hombre"!.... Ahora Segolene Royal, ex candidata y ex-esposa, Ministra del medio ambiente, sale en su defensa, es el padre de su hijo, pero, cero alteridad con su la ex compañera de Hollande. Se cierran filas, las mujeres protegen el patriarcado y minimizan los hechos. No es que que haya que perseguir al Francois Hollande, es el juego con la mentira que desengaña a tanta gente, el "parecer" que no tiene nada que ver con "ser.L o que se esconde (aquñi se usa la palabra "omerta") detrás del traje de "ahorcado" (porque quién sabe hasta qué punto también s prisionero de sus prejuicios), la corbata, el protocolo, farsa, comedia, farsa, grita la gente, como en la época de los reyes. No hay gobierno de izquierda más burgués y rígido que el que hay ahora en Francia (o no sé tal vez siempre ha sido así solo que ahora mi conciencia es más lúcida), y, definitivamente eso no va con los tiempos, menos, con las reivindicaciones urgentes de tantas mujeres. No se pueden vivir siglos enteros manteniendo las mismas representaciones humillantes que se mantienen y se protegen en el mundo entero sobre lo que significa "ser mujer", feminidad, etc...
los de la ciudadana, los de la persona entera, están vedados y el libro de Trierwieler es solo una gota fría que cae en medio de aceite hirviendo. Eso.