miércoles, 2 de septiembre de 2015

atrasarse

!Ea, cuánto tiempo lejos de mi blog! es que esto se ha convertido en una lucha fiera, tratar de escribir, pensar! Entre los artículos alimentarios, las redes sociales, el otro blog, el trabajo en general, no puedo, es humanamente imposible. Hoy sentí mucha envidia leyendo a Simone de Beauvoir durante su viaje a Los estados unidos, sus descripciones largas y detallistas, sus paisajes interiores. Yo tengo también mis paisajes, pero, a fuerza de estar en contacto con el exterior, sin presencia corporal, las ganas decaen. Estamos también en una época en que todo parece fútil, de ahí las grandes depresiones, todo parece dado, entregado, usado. La intensidad e logra en la austeridad, en una existencia despojada de tanto ruido. Cosa imposible, este modo de vida de la época post-inidustrial, nos llena de angustia, angustia por el futuro, de la catástrofe ecológica y la inseguridad económica. Las mujeres nos sentimos responsables de no ganar dinero, o de ganar muy poco, de no ser madres, de ser solo mujeres, simples personas. Solo por unos instantes sentí que aflojaba el pedal mientras la confianza me sostenía la espalda, linda metáfora. Llevo, llevamos, muchas, un cansancio y un estrés constante por andar nadando a contra-corriente, cuándo pasará esta combustión constante? Es el empuje de la época, su exigencia y su abuso, lo intuyo. Hoy, quiero atrasarme en todo, como siempre digo, voy a mirar, voy a oír música de verdad, no evadirme, permanecer...

estoy en permanencia y regresaré con un post sobre los vientres de alquiler...