viernes, 22 de enero de 2016
¿dónde se encuentra el feminismo?
Creo que en los últimos tiempos que los avances en el tema de derechos de las mujeres han sido notables aunque incompletos. Las instituciones han aceptado la paridad, las leyes se han modificado, pero las mentalidades no. Es decir, la sociedad sigue funcionando con una estructura patriarcal. Las mujeres son minoría y siguen siendo subalternas, ciudadanas de segunda categoría, el hecho de que gobierne una mujer, no significa que ellas tengan el poder, es solo una mascarada, un simulacro. basta con ver las cifras de violencia de género, los retrocesos en temas como el aborto que ahora se confunde con el de un "derecho natural" a ser madre, confundiendo aun más la atormentada psique dicha "femenina". Las mujeres podrían cambiar el mundo, podrían ser la llave de otro modelo de sociedad y detener la catástrofe ecológica, la fuerza depredadora del capitalismo, pero ¿qué cambia para ella, la persona, la mujer encarnada? A la mujer se le ha hecho detestar lo que es, débil, transparente, manipulable, sin dejarla decidir qué es lo que quiere ser. Porque en la sociedad Occidental no posee Ser, son hombres quienes acuñaron esta idea y nosotros hemos seguido ese canto, abstracto, lógico, y defendido como la llave de la existencia, sin pensar qué se nos estaba diciendo esa "razón masculina", para usar un título de Achille Mcbembe, La razón negra. Es decir "nos han inventado", ¿hasta cuándo? Es como diría Mcbembe, brillante filósofo de esa llamada razón negra, un efecto, un recorte móbil que tambalea en jaloneos con el poder. Las mujeres no poseemos una historia (pocas tradiciones, todas maltratadas), igual que los hombres y mujeres de piel negra, no poseemos discurso, representación, hemos sido inventadas por una razón dominante. Además es la dominación neo-colonial donde se reproducen los mismos servilismos que en sociedad dominadas, explotadas y maltratadas. En suma, ningún avance institucional, que termina petrificando la iniciativa social, logrará hacer que las mujeres tengan una situación digna de una ciudadana completa en la sociedad. Nada avanzará mientras no se cambie el instrumento con el que se piensa, el falogocentrismo, que sea Occidental o no. El machismo está en todas las culturas, ligado a la idea del cuerpo débil, casi inexistente de la mujer, encerrada en su inmanencia de rol de madre que se convierte en una naturalización de nuestro cuerpo desposeído de mente, o sea solo sexual. Si las democracias quieren realmente cambiar las cosas, deben crear espacios de diálogo entre quienes gobiernan y los y las ciudadanos, pero sobre todo, es necesario un cambio de pensamiento, de ideas, un Renacimiento que provenga de los países del Sur, de los que por tanto tiempo han sido dominados para que esta nueva forma de gobierno recupere su vigencia moral. Mientras esto no suceda, es pura paja, puro efecto óptico, que las reuniones en China, la India, o Chile, nada cambiará.
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