domingo, 13 de diciembre de 2009

La ginecoplástica


Después de ir a ver a la ginecóloga, compruebo varias cosas, a ver si las puedo decir con claridad, la primera, es la intuición que tuvo Simone de Beauvoir de que las enfermendades "ginecológicas" tienen un origen psicológico en las mujeres, así la peri, la meno, los fibromas, los quistes en los ovarios, serían una forma de somatización de una condición en el mundo. Pienso rápidamente en la excelente novela de Fritz Zorn, Marte, sobre el cáncer como soma. Esto empieza con san Agustín que intuye que las enfermedades del alma son también las del cuerpo. Lo que yo percibo en las evaluaciones ginecológicas es misoginia, e imitación de este rasgo en las mujeres, siempre alienadas con el poder. Pero, resulta que sucede más en sociedades normativas y rígidas, creyentesm sjupersticiosas y pacatas. Recuerdo la indiganción que sentí cuando un gineólogo en México me dijo: !una mujer que no tiene hijos, produce fibromas! Y otro en Niza, eso pasa por no procrear!! (sic)... Y ahora, resulta que la menopausa se adelanta, que aparece a los 45, y que puede empezar a los 35!! Por qué no, eliminamos a todas las mujeres que no procrean antes de los 35 y así estamos más tranquilas! Es decir, me parece casi una propaganda nazi, medio eugenística, de terror...
Solo en Francia me he sentido tratada como una persona y no como un valor simbólico, intercambiable, social, totalmente prescindible, solo allá...

No es que sea la maravilla, la misoginia y el racismo hacia las mujeres aparece siempre que hay una situación que lo provoca o que pone en peligro los mecanismos de poder, Vigilar y castigar, sucedió hace poco con Marie Ndiaye, negra, mujer, encima, rebelde!

Cuando me doy cuenta de que todas estas ideas, o ideologías (porque se convierten casi en una religión) sobre la mujer y su lugar en la sociedad, sobre su valor como persona e individuo, tienden a neutralizarla, me enfurezco. Ayer alguien decía en la radio que la crisis que vivimos no es solo económica es la crisis de lo que significa una persona, un individuoa en nuestras sociedades contemporáneas, su valor humano, su valor moral.

Entonces esta Ginecoplástica es como si te cortaran con bisturí (de ahí que hable de división y de ahí la parálisis deseada, casi voluntaria de mi Úrsula Res), un pedazo por aquí y otro por allá, es lo que te separa de ti, de esa imagen que tú tienes de tu cuerpo como algo armonioso y que esa cirugía deforma, vivisecciona y fragmenta. Algo así como lo que vi en la expocisión Elles en Beaubourg y en la que Orlan sería el producto acabado, trágico y subversivo de esa dominación que lleva siglos de de siglos de existencia, con un regreso, diría yo, a las épocas del oscurantismo medioeval!! Miren las imágenes que se construyen en las novelas contemporáneas de las mujeres, o los personajes en las películas, la última de Lars Van Trier que explora en todos los lugares comunes de la misoginia... No me extrañaría que en este siglo los síntomas se agraven, histeria, esquizofrenia, depresión crónica en, fanatismo religioso. Y no sé cuántos síntomas más...

Si no, comprado el diario de Pessoa en una librería, justamente para hablar de excluidos...