jueves, 3 de diciembre de 2015

Las mujeres de ISIS

He estado pensando estos últimos días en este tema; ¿qué signiffica Daech, o ISIS, que los motiva, por qué ese apego a la religion? Está claro que las tres religiones monoteístas están entroncadas en el mismo árbol, que todas tienen una relación histórica y antropológica, es decir, que es el feudo de la potencia masculina, de sus símbolos de poder y dominación, sobre todo del discurso y de la historia. Todos estos elementos presentes en una de las formas del Islam político, termina siendo algo cerrado, no dialogante. Sin embargo, yo confío en que el lenguaje, el discurso reflexivo se impondrá (leía que el Islam no se seculariza por una ausencia de intelectuales, un individualismo mimético con la época, no hay elite). Ellos, Daehc o ISIS, manejan un discurso, persuaden a muchos jóvenes del mundo entero que no hay otra salida que la violencia, responden con oscuridad porque la luz se apagó en este mundo de capitalismo feroz, de aceptación de la doxa filistea que justifica que existan pobres para que el mundo vaya mejor porque los ricos son indispensables Se les ha convertido en modelo, lo material antes que lo esencial, vida interior, lo individual antes que lo colectivo. Lo virtual en lugar de lo real (ojo con esto, la realidad se ha vuelto plana, parece una mecha que se enciende en un punto invisible). Esa frase escalofriante de "nosotros amamos la muerte tanto como ustedes aman la vida" refieriéndose a Occidente o lo que consideran como Occidente, me dejó el cuerpo helado. Es como si el mundo se dividiese en dos, los que no "han nacido para la vida" y los que sí tienen derecho a ella. Terminar con esta forma de constatación es terrible. ¿Cómo acoger una idea semejante? Esta mañana sentía que una intuición que me golepaba a la cabeza, que las guerras coloniales, que las grandes cruzadas se renuevan. El imperialismo, imponerse por la fuerza militar, no es algo de la Guerra Fría, creo que ahora está más presente que nunca. Lo terrible es que esa lógica militar, tan viril, sea compartida por dirigentes políticos y por una gran población mundial. ¿Por qué aceptar la guerra, celebrar la vida en la muerte? Escuché que el 40% de jihadistas son mujeres, combaten, transmiten las ideas del llamado Estado islámico, se unen a la "oumma", guerra santa. Las mujeres, las más golpeadas por el auge del neoliberalismo son flanco fáci, no poseen mayores saberes si no pertenecen a clases medias sólidas, están adoctrinadas con la religión o por una versión secular de la religión, que da lo mismo, y están sobretodo sometidas por la inmanencia de la maternidad. No me sorprende tanto que algunas se fanaticen, pero ¿y las feministas, no ven que nosotras somos el objetivo más importante, qué pretende ISIS sino instalar la "charia", no viven acaso de la esclavidtud sexual, qué hizo Boko Haran, que apoya a ISIS? Es como una ola que amenaza con caer un día sobre todas, y no hay que correr. No solo vamos perdiendo derechos con la emergencia de las derechas más conservadoras en Europa y en América latina, sino que ahora mismo las derechas más duras están emprendiendo un ataque contra todos los gobiernos que intentaron establecer sociedades más igualitarias, o más equilibradas, porque si " ser igual "significa "parecerse a" tendremos que revisar algunas palabras. Me parece una realidad gritona, es decir, todo hace ver que se quiere emprender una "restauración conservadora" en la cual los Estados sean solo títeres de los poderes económicos. Alain Badiou decía que en esta época los Estados estaban en descomposición, la última declaración de Barak Obama, que no puede legistar en contra de la libre circulación de armas porque los lobbys se imponen y el senado no lo aprueba, que es además conservador, además de las cosas que suceden en Brasil, Venezuela, Argentina, y Ecuador, hace pensar que esto es parte de ese capitalismo global que solo actúa para consumidores y no para dirigirse a personas. Estamos en una lógica de libre mercado y el mundo es y está siendo un súper mercado. Quien no compra, no puede comprar, no existe.
Por eso, las mujeres del ISIS son una pieza clave, son el eje para emprender ese ataque que anuncian con tanta amargura a Occidente , por lo que no debemos quedarnos en el umbral, sin analizar las razones por las cuales tanta gente cree en la muerte y quiere inmolarse por un dios, preguntarnos por qué las religiones se renuevan y se fortalecen, por qué hay tanto desarraigo, tanta confusión... debemos poner luz ahí donde hay oscuridad, que las mujeres no nos convirtamos en seres oscuros que dejen que se haga la noche, no. la historia es nuestro tema también, que no nos oscurescan más páginas.

martes, 6 de octubre de 2015

Frío en la espalda

De veras, siento frío en la espalda cuadro veo la situación en la que nos encontramos las mujeres, ¿ustedes no? Estoy en Francia, en el suroeste, no en las metrópolis, pero sigo de cerca todo, y me quedo perpleja. Hace poco asistí a unas jornadas universitarias sobre el tema de las mujeres escritoras en el siglo XIX en el EHESS de París (http://www.ehess.fr/fr/), también me tocó el honor de tener una mesa consagrada a mi trabajo. Fue interesante,  aunque me sentía desfasada, yo siento corrientes subterráneas sacudir las mesas donde escribo, siento que nos estamos quedando atrás, sin derecho al discurso, a la palabra, a la acción vital. El otro día, en la biblioteca, seguía los debates en torno al tema de la división entre izquierda y derecha apenas visible en estos tiempos de contradicción (dentro de una cabeza muy racional, la contradicción es como un pecado, una falta que crea mucha responsabilidad, es el sentido religioso del pensar, entre dios y la nada, como decía Pascal), noté ausencia total de mujeres, en ninguno de los debates había mujeres, solo hombres. ¿Entramos en una etapa de patriarcado mundial? No lo sé, pero las mujeres se mimetizan con valores patriarcales, los defienden, se vuelven sus esclavas. ¿Cuáles son esos valores? Pues son culturalmente admitidos, divisiones del mundo, clasificaciones para el trabajo, la vida pública o la reflexión, la moneda usada de que "las mujeres no están hechas para pensar"...
Y no están hechas para dirigirse al mundo de igual a igual, una idea que late en la escritura en primera persona, escritura que comienza en cuanto trazamos la equidistancia entre mundo público y mundo privado, en el instante en que elegimos códigos lingüísticos para expresarnos, etc... Encontré problemas para hacer comprender que no creía en un feminismo esencialista (muy a la francesa) sino existencial, o empírico, para ser más concreta. Un feminismo que es una historia de mujeres, como la historia de esclavos del Africa, como la de los desposeídos del mundo entero, de mujeres atrapadas en sus cuerpos. Me sentí una cobarde cuando, por desatención, no me puse del lado de las mujeres que exponían esta vulnerabilidad, una exposición de una colega de Eslovaquia en torno a la novela de Mario Vargas Llosa, La niña mala, me llamó la atención, otra sobre las Mujeres en sendero, en medio de mi desatención y mi desarraigo endémico.
Me sucede que la concentración es un acto afectivo para mí, necesito no solo estar cómoda, sino sentirme acompañada. Siempre pienso en esa anécdota en la que Sócrates se pone una bolsa de papel en la cabeza para lograr concentrarse y escapar de cualquier mirada invasora. Las mujeres huimos de esas miradas inquisidoras. Son como un cuchillo. Dividen, cortan.

sin drama, hay que saber estar completa, integrada y atenta.

Estoy impaciente por hacer mi viaje a USA, poder hablar de los temas que me apasionan, compartir con estudiantes, encontrar mis marcas vitales. Como estoy leyendo el libro de Simone de Beauvoir, América día a día, mi fascinación crece, me parece que voy a vivir la misma experiencia y con la misma intensidad. Olvido que soy tan veleta que no siempre logro entregarme a una experiencia, mi interior tumultuoso muchas veces es una carga, los ríos profundos de mis países abandonados, un filtro y una ausencia que me pesa, las voces queridas agujeros en el pecho...

pero, insisto, trataré que esta experiencia nueva en norteamérica sea rica, interesante. Y escribiré sobre ella.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

atrasarse

!Ea, cuánto tiempo lejos de mi blog! es que esto se ha convertido en una lucha fiera, tratar de escribir, pensar! Entre los artículos alimentarios, las redes sociales, el otro blog, el trabajo en general, no puedo, es humanamente imposible. Hoy sentí mucha envidia leyendo a Simone de Beauvoir durante su viaje a Los estados unidos, sus descripciones largas y detallistas, sus paisajes interiores. Yo tengo también mis paisajes, pero, a fuerza de estar en contacto con el exterior, sin presencia corporal, las ganas decaen. Estamos también en una época en que todo parece fútil, de ahí las grandes depresiones, todo parece dado, entregado, usado. La intensidad e logra en la austeridad, en una existencia despojada de tanto ruido. Cosa imposible, este modo de vida de la época post-inidustrial, nos llena de angustia, angustia por el futuro, de la catástrofe ecológica y la inseguridad económica. Las mujeres nos sentimos responsables de no ganar dinero, o de ganar muy poco, de no ser madres, de ser solo mujeres, simples personas. Solo por unos instantes sentí que aflojaba el pedal mientras la confianza me sostenía la espalda, linda metáfora. Llevo, llevamos, muchas, un cansancio y un estrés constante por andar nadando a contra-corriente, cuándo pasará esta combustión constante? Es el empuje de la época, su exigencia y su abuso, lo intuyo. Hoy, quiero atrasarme en todo, como siempre digo, voy a mirar, voy a oír música de verdad, no evadirme, permanecer...

estoy en permanencia y regresaré con un post sobre los vientres de alquiler...

jueves, 23 de julio de 2015

El poder de los hombres que escriben

Esta mañana hablaba del desfile de estrellas fugaces en el Facebook, la cantidad de fotos que desfilan ante nosotras, de la cultura del "autobombo" para promocionarse, de  las fotos construidas, de la producción que las redes sociales permiten, Y de la locura de creer que la literatura es un "ascensor social y que da "visibilidad",  dos elementos fundamentales en esta época. Es terrible, nadie entiende que es una víctima de su propia ambición, de su ego aumentado con un grueso lente puesto sobre su cabeza, las redes sociales, así como de  su deseo manipulado por grandes consorcios internacionales. Aparecen entonces los héroes masculinos, unos hombrecitos bien peinados, con aire melancólico, robin hood, o príncipes azules ilustrados que se llaman "poetas" y gozan de todo el prestigio en sociedades semi-feudales, toda doncella se verá honrada de salir con él, y mientras más mujeres posea más aumentará su cuota social. Saben usar el ascensor como nadie. Una cosa que me ha dejado perpleja es leer en la prensa peruana que Mario Vargas Llosa vende más libros desde que sale con Isabel Preysler, es el machismo en su máxima expresión, o la ridícula versión Disney que llevan todos y todas en la cabeza. Alrededor de nuestro novelista pululan los envidiosos, los que se ven como él con una hermosa gacela que lo acompañara en sus años cenizos. Pasemos. La necesidad de afecto no tiene edad, pero sí el espectáculo. Entonces, retomo, aparecen los escritores-poetas, dominadores, misóginos y llenos de perifollos, si es una mujer, mejor, los floreros no hablan! Sucede que es otra manera de dominación que las mujeres aceptan sin chistar, sobre todo las más conservadoras y burguesas para quienes es un orgullo que un poeta (aunque escriba bobadas) le dedique un poema, ser la musa, la figura petrificada y muda de su inspiración. Este prototipo masculino dominante, está lejos de desaparecer en las sociedades patriarcales, al contrario, es un medio de reproducción para neutralizar mejor a las mujeres que escriben y alzan la voz. Si dejamos de hablar, nadie lo hada en muestro lugar, menos esos poetas engominados que no piensan dejar el poder, lo repito ecosocialismo y feminismo urgentes.


es la regla del capitalismo aplicada a la literatura. amos y esclavas... no hay versión masculina. No busquen.

martes, 19 de mayo de 2015

la sociedad del espectáculo y sus rehenes, las mujeres

he asistido sin querer a una noticia que ha invadido las redes sociales en Lima, tanto como la prensa escrita como de televisión, y que implica a personas, una de las cuales conozco personalmente, Iván Thays. La historia sentimental con Mónica Cabrejos no la conozco, la sé a través de ella y de la carta (me hizo pensar en el comunicado de Francois Hollande para Valérie Trierwieler!) que hizo Iván a los medios. Para quienes no conocen a las personas, él es un escritor conocido, que ha trabajado mucho para instalarse en una plataforma que incluye también España, y ella, es una vedette, que ha publicado varios libros sobre el tema de la mujer en la sociedad peruana, tratado de aprender, como ella lo confiesa, a redactar, a usar el discurso y a tener derecho a la palabra. Sucede que la ruptura ha sido abrupta y dolorosa (pienso que para ambas partes) porque ambos se encuentran expuestos a la mirada exterior que saca a relucir todos los prejuicios culturales y los clichés más mezquinos de la sociedad peruana.  No puedo evitar ver víctimas más que agresores, no puedo evitar sorprenderme de la importancia de la religión en ambos casos y que demuestra que la sociedad peruana está lejos de lograr separar la Iglesia del Estado, a los y las ciudadanas de la religión y los estereotipos y obligaciones que está crea: a la mujer la de ser una mujer madre, sumisa y sacrificada (imposible dudar de este rol) y al hombre en el rol protector como lo dice Iván cuando afirma "que nunca abandonaría a un hijo suyo, que los niños deben crecer bajo protección y en armonía". Nadie duda de que sea un sentimiento auténtico, pero lo que desconcierta es la manera como Mónica, la actriz que deseaba escribir y se había inscrito en un taller de Thays, ha integrado un sentimiento de inferioridad y de incapacidad de llegar a ser una verdadera escritora, la falta de confianza que expresa en sus propias capacidades, la dura constatación que viniendo  de un sector marginal de la sociedad peruana, no podrá aspirar a ser admitida en el Parnaso (sic) de los escritores y escritoras. Esta noticia, ventilada con un infantilismo y una perversidad digna de los medios chatarra que existen en todo el mundo, no deja analizar lo más importante. Por más que sea un hecho privado se ha hecho público hasta exponer las conversaciones que mantuvieron por facebook mostrados en un canal de televisión. Lo que sucede es que una noticia genera lo que Mélanie Klein llamó "Introjección proyectiva" y es que estas personas hacen el rol de catalizadores, de ships que se ponen en función y en el que todo el mundo proyecta su propios mitos, miedos, prejuicios, etc... de ahí que ella haya sido la más maltratada porque la colocan en el rol de la arribista, de la mujer que asciende a través de un mediador, en este caso Iván. Aquí salen todas las costuras de un país que no es un país, que mantiene cicatrices sociales, racistas y sexistas escondidas, y que solo salen a luz cuando rasgamos un poco el envoltorio que lo hace parecer un país democrático y que vive su época. Habría que decir que la regresión para las mujeres en notable en el mundo entero, por eso no sorprende que se la maltrate tratándola de barragana o pataclana arribista (y lasciva, sic). ¿Thays no debería salir a defenderla? Tal vez sí, es duro porque yo conocí bastante bien al joven que escribía y era acompañante de descubrimientos literarios, con los años, ambos hemos asumido rutas muy distintas, por eso, solo trato de comprender qué refleja esto del país al cual pertenezco.  Lo que más me ofende como mujer es ver a otra mujer maltratada, así exista manipulación de su parte. Ella es la persona más débil, la más frágil porque viene de una clase más baja, porque tiene un tipo más mestizo que el de él, porque son esas geografías humillantes y vetadas a una parte de la población como lo son vivir en san Isidro  (barrio rico) y vivir en San Luis (más popular), que es donde ella vive.  Pero esas divisiones son ridículas, pequeñas, entre Maranga y San Luis, entre San Isidro y Pueblo libre, son divisiones mentales que un capitalismo cruel ha marcado como el mapa de los y las que son ganadores y las o los que son perdedores. Excluidos y excluidas, los y las que tienen derecho a futuro y las y los que no lo tienen. Es la brutalidad también de un sistema de castas que no cambia, aquelloAs que acceden a la educación y las que no, sobre todo las mujeres de sectores vulnerables que muchas veces deben servirse de su belleza para lograr visibilidad y en las cuales no se encarna la imagen triunfadora de una mujer que se pueda respetar: No será jamás la rubia de la Universidad Privada, es así de cruel. Esa división inhumana: aquellas mujeres con las que los hombres tienen hijos, y aquellas a las que les está vetado. Ellas son las parias de la sociedad y deben unirse con otro paria, esa es la regla de la casta, si se atreve a modificarla paga el precio.

La educación también es un tema delicado, abandonado a la lógica del capital y la inversión, está reservada a quienes pueden pagársela, crea cuotas ínfimas en la sociedad, no garantiza  una vida digna sino llena de renuncias, vejaciones, concesiones. En eso, pienso cómo subsisten quienes escriben en mi país, cuántas culebras hay que tragarse. En esa lógica de choc económico constante, nadie puede alzar la voz, buscar otro camino que sea más arriesgado, todo se neutraliza y, incluso quienes escriben, deben mantener una actitud cautelosa y adulona con ese abominable sistema de castas.

En la sociedad del espectáculo, donde todo es vendible y marquetero (mientras más escándalo generas más recuperas la estima y la capacidad de "venderte") la moral es floja, cínica, incluso el lenguaje de los comentarios, salvo las mujeres, y solo algunas mujeres que han salido a comentar, es innoble, mezquino, insultante. La pregunta es ¿hasta cuándo las mujeres manejaremos esa idea colonizadora del hombre protector, encorbatado,  príncipe azul que se reconoce como "egoísta" porque puede decirlo y no pasa nada... Nada?  Incluso esa necesidad de ella, Mónica, de explicarse es un síntoma de una sociedad donde las mujeres no tienen un lugar y deben hablar y hablar hasta perderse en el lenguaje. Recordemos que en una sociedad donde las mujeres no tienen historia no hay narración, esta no existe porque Ellas no existen. Ella está buscando  hacer un discurso, pero como nadie oye, parece el delirio y se convierte en un recital de sus propios miedos, de sus cadenas y supersticiones de género. En esto la educación juega también el rol de arma de dominio, no es educarse para comprender y dar, es para dominar, exhibir diplomas. Lo más risible es que ninguna persona necesita estudiar para escribir, es simplemente ejercicio, lectura, aventura y los talleres de creación no son más que un ejercicio libre, no académico. Sin embargo los hombrecitos de poder han convencido a muchas personas que la cosa es así y que ellos tienen el don de la palabra y el discurso.

Esperemos que este hecho triste, tan expuesto, pueda hacernos pensar en la situación que viven las mujeres en el Perú, en el tema del aborto, en la prevención, en la caducidad del amor romántico, copiado de las telenovelas. No debería ser el amor (como se conoce desde el romanticismo) un sentimiento que busque la libertad de la otra persona, un sentimiento trascendental, lo contrario del egoísmo¿? Tal vez la frase sobre el "príncipe azul" quería decir: "no creo en el amor romántico". Pero significa también el cinismo de una época en la que todo es capital, y un capital simbólico que, como intercambio, solo lo representa la mujer. Tú tienes ese tipo de mujer, yo tengo esta y valgo tanto, pero no ella como sujeto completo, soberano. Debemos pensar que los más jóvenes manejan otros códigos, pero si extrapolamos este tipo de noticia hasta estigmatizarla, corremos el riesgo de hacerla ver como catalizador, como una lucha de clases que es lo que parece ser, lo peor, y más triste es que no están lejos, ni en su vulnerabilidad frente a un sistema abusivo, ni en su manejo de estereotipos, Mónica lo dijo en su libro, en esta sociedades cristianas conservadoras, las mujeres son putas o santas, no pueden escapar al estigma y la sociedad las persigue. El hombre en estos casos goza de libertades que ella no se puede permitir,  aunque sea llamado a ser el padre malo o bueno, su dignidad no está ligada al género ni al cuerpo. Busquemos que se debata sobre el aborto, sobre la separación de la iglesia y el estado, son cosas que urgen para que no nos veamos atrapadas en las redes perversas de los prejuicios, de los estereotipos y de la confrontación sorda que destruye toda solidaridad y declara la guerra de sexos. Desaparece el vínculo social y la conexión sicológica que debería existir entre personas que han compartido lenguaje, afecto.

Ps: por favor, que dejen de acusar a IT de "traidor a la patria" por haber hablado mal de la comida peruana. La identidad de un país no puede depender del estómago, aunque tenga también un cerebro (sic). Yo sé que un país que viene de lejos y que se ha rendido a los pies del neoliberalismo, cree que este es su mayor fuerte, y no es así. La educación puede crear otros nexos menos terrestres, la cocina peruana es excelente, es variada, es rica y sana a mi modo de ver, pero no podemos perseguir a nadie porque no le guste, no somos una sociedad totalitaria, ¿o sí? Hay temas graves, el de las minas, la depredación de la selva, la contaminación de los ríos, y miles de peruanos que siguen en la peor miseria, sin disfrutar de esa comida marqueteada que ahora es marca del País. Repito, un país no es un producto ni un enlatado, es un conjunto de personas, de vivencias, de rostros, de identidades diversas.

jueves, 7 de mayo de 2015

las mujeres de Chiapas

Estoy en México desde hace varios días, entre los cuales he dado un salto a Chiapas invitada por un grupo de feministas, mujeres, madres, jóvenes mexicanas. Han sido días de una intensidad inusitada, comprendo que en México la tierra, el cielo, las plantas, las aves, son voluptuosas como su gente que se apasiona, se la juega, hasta el final.
Karen, Selene, Valeria... son nombres, pero ahora son rostros que no se me olvidan. Y no se me olvidarán las noches compartidas, las caminatas, las conversaciones. Pese a la violencia que vive México por le narcotráfico hay un movimiento de la sociedad constante, que intenta perforar la capas duras del poder. Lo siento como si fuese mi país, es casi mi país. Hace tiempo que mi geografía interna contiene muchos países.

Y hemos hablado de todo, de la situación de las mujeres, de como empeora debido al capitalismo, de como estamos solas, siempre solas, luchando por ser tratadas con igualdad. Suena a repetición, pero son cientos de vidas la borde del abismo, abortadas. Somos la población pobre, maniatada, silenciada.

ahora que caminaba por una de las calles de Cuernavaca, ayer que miraba el cielo denso de Chiapas desde al avión, evocando cuando estuve sentada en la plaza de Tuxla, la iglesia de San Cristóbal, todo eso me llenaba de una melancolía densa y al mismo tiempo leve, la vida en sus facetas contradictorias, su conmovedora simplicidad. Al final la sofisticación no hace más que distraernos de lo esencial. Es el miedo, y el miedo disfrazado-  Se impone actuar para que la vida sea plena, sin nubes sombrías que nos aparten de la risa y nos dibujen una mueca...

Siento que quiero a mucha gente, que tengo hermanas menores y que quiero acompañarlas...

jueves, 9 de abril de 2015

Artículo de Babelia del 1 de abril, sobre la maternidad, tema tabú.


Contra los hijos?

Un libro de Lina Meruane abre el debate: ¿deben las mujeres aceptar dócilmente los dictados de la sociedad?

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Matar al ángel

Por Patricia de Souza

Si este siglo es el de la crisis de paradigmas, rara vez se dice que existe uno que estaría realmente en disputa: el de la maternidad como realización social, individual y trascendental de la mujer. Aunque la doxa advierte entre líneas del peligro de ponerlo en duda, muchas mujeres nos preguntamos desde la experiencia por qué hemos aceptado con tanta docilidad los dictados de la sociedad. Una de las razones sería que no contamos con los argumentos convincentes para defenestrar al único rol realmente valorado socialmente: la madre omnisciente, misticismo y neodarwinismo social. La lucha entre biología y cultura, entre lo considerado natural y lo adquirido no está resuelta, quizá tarde siglos en encontrar un equilibrio. Es el líquido semiótico de toda la cultura judeocristina y la sangre que recorre la espada en los países donde acampa la yihad. Desde el feminismo esencialista convertido en ideología, pasando por el feminismo verde, hasta la teoría Queer, los debates son complejos si se trata del género y el sexo tiene un nombre: mujer. Al poner en duda el sentido de lo considerado como “natural”, toda la construcción lingüística tambalea. Es además un tema afectivo, la maternidad disociada de toda su simbología no existe, psicoanálisis incluido, sin que las mujeres no se sientan responsables de no desear esa experiencia, por cierto rica, de ser madres. Hasta ahora, como lo analiza en su pequeño ensayo Contra los hijos (Tumbona; México, 2015) la escritora chilena Lina Meruane, las mujeres no han logrado colocarse en la escena sin caer de rodillas ante el poder dominante, ya sea político, religioso… O laico. Los cuerpos son dictaduras y muestran un mapa neurótico: división entre cuerpo social y el individual, fragmentación a la que se suma la maternidad, las disidentes son castigadas. ¿Podemos seguir representándonos el cuerpo con los mismos instrumentos de hace siglos? Hasta ahora domina la clasificación a través del trabajo (masculinos y femeninos) y el cuerpo como mercancía (matrimonio) sometida a las reglas de la economía del capital. La imagen de la mujer angelical contra la mala mujer, pero ¿qué sucede con las mujeres que escriben? Si Madame de La Fayette y Flora Tristán las compararon a los parias de India, nuestra época aún alimenta los estereotipos del “femenino” como frontera. Las mujeres que se han dedicado a escribir lo han hecho en secreto o de forma discreta (hermanas Bronte, Austen…), han tenido que renunciar a la visibilidad social y muchas veces a la independencia (Woolf, Lispector). Culpabilizadas por renegar de su “naturaleza biológica”, se transforman en seres masoquistas, extenuadas por la competencia y el rendimiento. Lo dice bien Meruane: vivimos jalonadas entre la casa y el trabajo, la obligación de ser madres y la necesidad de libertad bajo un sistema de control constante. Todo radicaría en el lenguaje, como lo dijo Flora Tristán: “Lo importante es nombrar”; sin eso, ninguna legislación podrá hacer respetar lo que nosotras no podemos imaginarnos de otra manera.
Patricia de Souza es escritora peruana, autora del ensayo Eva no tiene paraíso.

Un mundo antiniños

Por Carolina del Olmo

Defender la maternidad suele ser poco gratificante. Digas lo que digas, siempre pareces conservadora y aburrida. En cambio, clamar contra esos mocosos que esclavizan a sus madres tiende a considerarse una postura atrevida y chic. Es un poco como ese lema de “Las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes”. Algo de eso tiene el libro de Lina Meruane. Pero, más allá de la provocación, patente en el título, Meruane entra en terrenos más propicios para la reflexión. Dedica una parte del libro —la más interesante— al espinoso tema de la creación literaria y la maternidad. Y denuncia el resurgir de la perversa “mística de la feminidad” que ha convencido a un buen número de mujeres de que en el hogar, cuidando de los suyos, está verdaderamente su lugar.
En un momento en que mantener la casa impoluta y hornear galletitas ha perdido todo el encanto que pudo tener en la Norteamérica suburbana de los cincuenta, la ideología con la que el patriarcado combate hoy los avances de la emancipación femenina estaría basada en una corriente de crianza que ensalza más allá de lo razonable las virtudes de los niños, seres angelicales a los que hay que proteger de una civilización despiadada. El mundo maternal que describe Meruane está poblado de madres amantísimas que prolongan durante años la lactancia, usan pañales ecológicos de tela y crían a pequeños tiranos a los que no se atreven a contrariar. Meruane las muestra como mujeres anuladas, sin un segundo para sí mismas, agotadas por culpa de una proliferación de responsabilidades prescindibles y compartibles.
Conozco madres así, claro. Pero también conozco a muchas “de las otras”, por seguir con la caricatura: biberón, pañales del Mercadona y el “no” constantemente en la punta de la lengua. Y no les va ni un poquito mejor. También están agotadas, tampoco tienen tiempo para ellas y también sienten culpa por perder en exceso la paciencia y no poder “estar ahí” tanto como quisieran.
Y es que el problema no es el auge de la crianza con apego u otras corrientes maternalistas. Puede que sean discursos excesivamente proniños, pero los efectos negativos para las madres se multiplican porque vivimos en un mundo radicalmente antiniños, en una civilización que da la espalda a los más vulnerables y a sus cuidadores. Este contexto social es el que falta en el libro de Meruane. El empleo, por ejemplo, ese sumidero de tiempo y energías en el que se nos va literalmente la vida, aparece como una cuestión de hecho, como el sol que sale cada mañana. Así, por más que Meruane denuncie la tendencia a echar sobre los hombros de las mujeres toda la responsabilidad en el desarrollo de sus hijos, su texto acaba reforzando el mensaje de la maternidad como asunto privado, algo que podríamos encajar más sabiamente si no nos dejáramos engañar por los cantos de sirena del ángel del hogar y tratáramos a los niños más a la baqueta, al tiempo que compartimos con los hombres su cuidado.
Carolina del Olmo es ensayista española, autora de ¿Dónde está mi tribu? Maternidad y crianza en una sociedad individualista.

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/04/01/babelia/1427898742_205711.html

martes, 7 de abril de 2015

Trato de colgar un artículo que publique recientemente en Babelia, pero este aparato me niega el acceso. Esta mañana he le amado mucho en la manipulación del lenguaje, en como tanta gente se sirve del lenguaje no para explorar y expresar algo una verdad inmediata, sino para disimular, para esconder... Regreso, estos aparatos no son ara escribir el teclado salga, corrige palabras, es parte de una manera de dominación!! No es paranoia, es que esta hecho para gente que solo ve o ganes, que se distrae,pero no es real ante para explorar.... Ya regreso... Hoy, curso sobr Borges. Tengo iuchas ideas, la que domina es que entiendo mwjor por que en los años de estudiante le tenía tan poca simpatía... No, no me es. Un personaje simpático, a diferencia de Rulfo, e incluso Arguedas con quien he descubierto que tengo cosas en común, la vida de la Sierra, la familia de la Sierra, la escisión, la necesidad de un. Lenguaje nuevo, yo, como mujer, etc...

lunes, 23 de marzo de 2015

la verdadera paridad

Muchas cosas suceden y habría que escribirlas, pero faltan ganas, o es que es demasiado para mi pobre cabeza y no puedo organizarlas. Sufro de un problema disfuncional: la realidad me fragmenta, me agota, me dispersa. No soy la única, creo que una gran mayoría padece este síntoma. Nos dejarán sin lenguaje!!  Acaban de suceder las elecciones departamentales en Francia y ha sido una catástrofe para las izquierdas, las moderadas, que se inclinan con facilidad al neoliberalismo y las políticas de austeridad, y las que critican esto. Hay una ausencia de sentimientos de solidaridad. Francia, saca, a través del miedo y de la destrucción del vínculo social que es responsabilidad de una sociedad de mercado, del empobrecimiento de la vida cotidiana, del lenguahe, lo peor de sus habitantes. En su mayoría, la gente que vota a la extrema derecha, son gente de edad y rurales en su mayoría, es decir, que viven un aislamiento concreto y sus miedos se ven acrecentados por esta falta de vínculo, de vida concreta, pero también jóvenes que temen y tiemblan por su futuro, aliemntados por esa misma gente mayor que les trasmite su falta de confianza en el futuro, en esto tiene responsabilidad toda la sociedad. Ayer oía hablar en el bus a unos niños de 5 o 6 años, hablaban de dinero, de si "tienes tarjeta de crédito?, etc...

pasemos. Tengo clases en la universidad, coto cerrado que responde a sus propias reglas, ya le dedicaré tiempo a esto, por ahora quiero hablar de la paridad hombre y mujer, que se ha puesto en práctica en estas elecciones. Es decir, se vota por un hombre y una mujer, genial. Parece. Y no lo es. Qué sucede si esa mujer está supeditada a la presencia omniciente del hombre, es realmente democrátic elegir a mujeres dóciles. No es que todos los partidos las elijan con este criterio, es que sí hay algunos, sobre todo en la derecha y la derecha socialista, que sí buscan a mujeres fáciles de manipular, ausentes, desesperadas por existir socialmente y que voltean la cara a los problemas que atacan a la población de sexo femenino: desempleo, precariedad, aislamiento, etc,....

La paridad no es sinónimo de igualdad de derechos, son cosas que deben ser analizadas por separado. parece muy hermoso, y, aunque sea un primer paso, hay que ver qué pasa después...


jueves, 12 de febrero de 2015

Sistemas de explotación: la prostitución

Se trata del juicio al ex Director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Khan, una de las cabezas del Partido Socialista en Francia, un personaje público, un "libertino", como se define él con todo el cinismo que solo una patología considerada como normal (a la fuerza) puede admitir: el de la dominación y explotación de las mujeres. Esta noción de libertino(a) que viene del Siglo XVIII en Francia y cuya figura máxima fue el Marqués de Sade, se ha convertido en una especie de cortina de humo para camuflar la brutalidad que ejercen algunos hombres (con corona simbólica) sobre las mujeres que se ven "obligadas" a prostituirse en las grandes metrópolis como medio de subsistencia, convertidas en mercancía barata, sin derechos, inexistentes como ciudadanas. Es en Francia que asisto atónita al juicio que se le hace a DSK por el escándalo del hotel Carlton: orgías, escenas sado-masoquistas, etc... hasta ahí, no me indignaría tanto si no se tratase de mujeres pagadas, obligadas a someterse a prácticas brutales completamente en contra de su voluntad. Es decir, este libertinaje tiene la cara feroz de la explotación y la dominación del cuerpo de la mujer y muestra el poder del dinero: compro lo que deseo y nadie me puede decir nada!  20000 mujeres se prostituyen en Francia y 85% por ciento de ellas son mujeres, 99% de consumidores de sexo son hombres (según el diario Libération del 12/02/2015), esta es solo una cifra, que, acompañada de los rostros velados de las mujeres que testimonian y de sus declaraciones, se convierte en pesadilla. Cito solo una: "Me tuve que someter a una penetración brutal, a la cual hubiese dicho no si me lo hubiera pedido. Cada vez que veo su foto, vivo ese empalamiento desde el interior y me desgarra. Ningún otro cliente se había permitido actuar así, a lo mejor este señor (DSK) pensó que podía hacerlo porque pertenece a un nivel social superior.".
Es increíble que todo un sistema siga funcionando con esta lógica del amo y el esclavo. Es alucinante, otras mujeres, entre ellas Nafissatou Diallo (la mujer de la limpieza que lo denunció por violación), han descrito entre lágrimas el trauma de la violencia de este hombre convertido en depredador, que se sigue paseando la frente en alto por altas esferas, da conferencias, etc... Es así, y hasta Julia Kristeva (solidaridad de clase, puaf!) salió a defenderlo argumentado que había que entender "la sexualidad masculina", sic, sic...  Nadie dice nada, nadie se manifiesta porque esas mujeres son en su mayor parte extranjeras, pobres, y desclasadas. Son parias de la sociedad. 

Este sistema, al que se le dice "caduco" y que todavía despierta la admiración  de millones de gentes que sueñan con él como único modelo,  se sostiene sobre lo que Alain Badiou (a quien nadie hace caso, de hecho, lo colocan como una fanático) describe como "realidades de la economía mundial, inercia de relaciones sociales, sufrimiento de existencias concretas", y que la lógica del mercado mantiene secuestradas. ¿Por qué tanta gente cierra el pico? Porque también como lo dice AB " El goce mezquino del sujeto de clase media que se divierte (barato) exige que nada cambie, que nada heroico suceda", de ahí la mofa que despiertan los hombres y mujeres que se comprometen en América latina y ahora, en Europa, miren las risas aguantadas sobre el gobierno de Siryza, en Grecia. ¿Por qué? No sé, quizás porque todo el mundo es prisionero(a) de este espiral violento que produce el capitalismo, y que esa violencia no resuelta y no sublimada, sin lenguaje, termina buscando donde liberarse y encuentra chivos expiatorios. Es la locura de las extremas derechas y de los libros que abundan buscando poner rostro a ese fanatismo. Son las patologías agravadas de esta época que creo, no nos llegan todavía a América Latina, porque nuestras economías no han llegado a convertirse en máquinas de ambición desenfrenada, porque las personas que circulan en algunos lugares aun poseen un rostro, por tanto, tendremos entonces la obligación moral de inventarnos otra idea de civilización en la cual las mujeres no estemos ausentes. Cuando regresaba de comprar en el Carrefour (el mini mercado) de la esquina vi a la vecina deslizarse por el pasillo hacia su puerta, como evitando saludarme, me dio risa, pobre mujer, pero pensé inmediatamente en el oscuro Affaire Carlton y finalmente concluí: solo puedes escribir sobre esto. 

miércoles, 28 de enero de 2015

miradas invisibles

Miradas invisbles


Son varios días en que no he podido escribir mucho, no podía detenerme a pensar porque el "afuera" me tenía "tomada" con demandas concretas. He oído y leído muchas opiniones, sobres todo las de los diarios y las del Facebook en la que la gente se pronunciaba a favor o en contra de la masacre del semanario humorístico francés Charlie Hebdo. Algo en mí se resistía a formar parte de ese imperativo inmediato, categórico, tirano. Yo creo que el problema es mucho más complejo. Intuyo que se está razonando según una matriz mediática dominante y con los mismos instrumentos de la Modernidad, es decir una razón universal e uniforme que tiene que ver con un mapa histórico, antropológico y social de la dominación. No se puede razonar en forma aislada y absoluta. Me arriesgo a pensar que no es lo mejor para entender lo que está sucediendo en Francia ahora mismo. No se trata de no condenar el crimen, la violencia que significa este acto deplorable, sino de ver qué hay detrás de las reacciones, de las manifestaciones de adhesión a ciegas. Mucha gente, incluso yo, hasta haber oído y leído algunas cosas, desconoce qué significaba en Francia pronunciarse como Ser Charlie, esa afirmación de "valores republicanos" que una gran parte de los franceses ha enarbolado como bandera nacional y que otra parte ha ignorado o no ha asumido como suya. Estamos hablando de los valores republicanos, dentro de los cuales la "laicidad" es una prioridad. Pero, olvidamos algo, ese curso de la historia de Francia se remonta a la época de la Ilustración y es una de las identidades de este país que ha recibido en la época contemporánea un importante flujo de personas del Magreb (seis millones de musulmanes viven aquí) que practica el Islam, que no se debe confundir con el Salafismo, de Arabia Saudita, la vertiente radical de esta religión. Los musulmanes no son radicales y Mahomed (o Mahoma) sería el profeta de la tolerancia y la serenidad y no de la violencia. Un punto importante es que el Islam radical pasó de la espiritualidad a la lucha política con el Ayatollah Khomeini en 1979 según precisaba un especialista. Por otra parte los fundamentalismos son  el producto de esta época donde no educa la escuela sino en Internet, donde la autoridades no tienen el poder de persuadir ni de gobernar sino de observar muchas veces desde la impotencia cómo se radicalizan los más jóvenes y los más vulnerables.  Es un nuevo orden el que se revela, y el que se rebela contra los valores universales que construyó Francia como república con la Revolución francesa. Estos "derechos del hombre" que en su momento recibieron la crítica de Marx (ver Sobre la cuestión judía) como una moral individualista y burguesa, además son "derechos del hombre" y no de la mujer (Olympia de Gouges redactó la declaración de los derechos de la mujer y no se tomaron en cuenta), proclamaron valores que son asumidos in abstracto por una gran mayoría que se siente incluida, respetada, visible. Hay que resaltar que la manifestación multitudinaria de apoyo a la libertad de expresión significaba también una adhesión a valores tales como la familia, nación, etc.  La "cohesión nacional" quiere meter en el mismo saco a una población diversa. Aparentemente este derecho a opinar, blasfemar, a ejercer la palabra en público, no ha sido reivindicado en los sectores marginales donde ese derecho no existe como algo concreto y donde la ciudadanía se puede vender  por un poco de identidad y de espectáculo en las redes sociales o en Youtube, un minuto de gloria asesino y suicida como el caso de los hermanos Kouachi. Para los jóvenes de los sectores marginales los valores de laicidad son abstractos, un capricho de rico, frente a la miseria y la pobreza de sus vidas cotidianas, sin familia, sin futuro, sin ciudadanía en suma.  La religión es muchas veces la una tabla de salvación, una manera de pertenecer  a la comunidad y un vínculo social. De ahí al fanatismo no hay mucha distancia. Ahora la pregunta es: ¿por qué figuran los trabajadores de Charlie Hebdo como figuras heroicas, recuperadas por una clase política en declive cuando siempre se dijeron luchadores libertarios, en contra de los símbolos nacionales? Eso suena a oxímoron, pero fue así y la gran mayoría se subió al carro para desfilar con los brazos en alto, salvo los más concernidos, la población "de color local" y musulmana que en su mayoría se ha sentido no convocada y ha reiterado en varias ocasiones sentirse ofendida por las caricaturas del semanario. Acabo de leer que han habido 110 atentados contra templos musulmanes. ¿Qué tipo de enfrentamiento está desatándose en Europa? No lo sé y da mucha inquietud, esto es una mezcla extraña de espectáculo, cólera, frustración, imposibilidad de entender valores interpretados como "burgueses"  que estarían dando la espalda a la historia social y cultural de ciertas poblaciones que terminan viendo en ellos banderas imperialistas o neocoloniales. Pero también leo, como Virginie Despentes, una guerra donde una mayoría es masculina, una especie de exacerbación de la potencia masculina.  Aunque no excluyo la posibilidad de que algunas mujeres, maltratadas por el patriarcado que domina a todas las religiones, terminen convirtiéndose en fanáticas que acompañen en la lucha ciega y fanática a héroes con pies de barro. Hemos llegado a un momento en que el capitalismo ha producido monstruos, confusión, miedo, sobre todo, mucha frustración. Intuyo que se trata también de un problema epistemológico y de lucha por la representación del mundo: ¿quién tiene la razón? Aquel que ve que el humor es totalmente libre, o aquel que la ve como el escupitajo sobre la reja de su celda, la pobreza. Hay mucha cólera, de ahí que no tenga una salida inmediata que no sea a través del lenguaje, de la literatura y el cine. Hay que temerle a la arrogancia y la prepotencia que puedan tener ciertos sectores en Europa (el Frente nacional) cuando vea que esto no se termina aquí, pensar en las posibles reacciones de los sectores fanáticos del Islam, de una nueva arremetida como piensan algunos filósofos, entre ellos, Pierre Nora. La guerra erotiza a mucha gente y se impone como un fenómeno de afirmación de ciertos valores considerados como “masculinos” (no creo que las mujeres esperemos ponernos de igual a igual en lo que se refiere a la violencia, Tres guineas dixit de Virginia Woolf), hay que huir de la trampa de la respuesta rápida.  Creer que entendemos todo es la gran arrogancia de la Modernidad, tal vez hay un exceso de racionalidad en Occidente. Y de falta de afecto, de ponerse a pensar como si fuésemos otras personas. Y eso, congela el pecho.

miércoles, 14 de enero de 2015

el río lleva piedras

cuánto tiempo sin poder recostarme sobre este blog! Ha llegado otro año y solo ahora, con miles ideas en la cabeza, puedo detenerme un instante. Pirmero, no tengo Internet,  por lo que debo ir a cafés a solucionar mi problema, y sucede que no puedo escribir en cualquier lugar ni como sea. El río lleva piedras que suenan, pero no puedo detenerme a escucharlas. Necesito que hay una cierta proximidad con el lugar, que "me hable". Últimamente siento que se marcan más los rasgos de desarraigo: nuevo país, nueva casa, nuevo idioma. Auqnue el francés sea el segundo idioma afectivo, siento el cambio. De todas formas no voy al volver sobre la idea de que el idioma es un recorrido por la médula espinal. Quiero hablar de Joyce Mansur y de la exposición que vi de su colección personal de objetos de arte en el Quai de Branly, en París. Fue una de las amigas más secretas y personales de André Breton, seguro se la imaginan como uan estatua griega que se cogía de su brazo y desfilaba por las calles y bares de París. Y era mucho más que eso, llegada a Francia desde muy joven, su vida empieza con la escritura de libros que se quedan algo solitarios, aunque compartían todas los modos estéticos de sus compañeros de tropa, mundo onírico, escritura automática, etc... Fue otra mujer sola, como Nicky de Saint Phalle, ricas, pero aves solitarias, obligadas a protegerse con el dieno y el ala de algún hombre.
Era también uan época de reuniones un poco estridentes, espectaculares, con el marqués de Sade como símbolo de libertad. Lo que impresiona es que ahora se hable de Sade como un hombre de patologías, un perverso, que mcuha gente se niega a aceptar como revolucionario. Yo me fui a la librería de Gallimard a comprar el libro de Simone de Beauvoir, Fait-il bruler Sade? No lo puedo continuar por ahora. Tengo un ballet de trabajadores pasando por la sala, dejando objetos, yo, con el alma dispersa, ametrallada por todo el vaivén. No puedo concentrarme si no son estos escasos minutos matinales... quedan muchas cosas por decir de Joyce. Por otro lado, es raro ver una exposición de objetos de arte, además de algunas máscaras, no recuerdo casi nada... ya vendrá, recordar también es concentrarse. Y es el lujo más grande en nuestro tiempo.