jueves, 24 de julio de 2014

La moda en París

Hace una semana que estoy en Paris. He caminado y caminado calles, pero todavía no encuentro "nada de mí, quiero decir nada que me sea "personal", paso de la vida secreta y sobria a la bulla y la exposición de París. Sí, tengo esa sensación de que si me voy a un café, a un parque, hay demasiada gente, demasiado ruido, que estás representando un rol, que inmediatamente te disecan con la mirada. Voila, eso es lo que siento y esto tiene que ver con la moda. Me explico, la moda ha diseñado una serie de estereotipos sobre las personas (hay que ver Henri Lefevbre para comprender mejor) y esto recae sobre todo en las mujeres, somos nosotras las que representamos mejor esos estereotipos, aunque también los hombres entran en este juego, los cortes "a medida" de una imagen social, de un rol social. Es increíble la cantidad de tiendas de ropa que hay en París y la cantidad de gente que compra y anda (no lo digo por crueldad) "disfrazada" porque los que llevan puesto no es espontáneo, no es natural, es actuado, preparado. Desde ese espacio que se llama "moda", se inventan a la mujer y cómo debe moverse, estar envuelta en público, recordemos que la vestimenta es la manera como las personas estamos en la calle, no podemos andar desnudas, obvio. Hay entonces una perfomance, una teatralización y una actuación, la mujer está constantemente encerrada por su género. No sé cuántas veces me han señalado un vestido, una falda, diciéndome "esto es más femenino" inspirándome mucha irritación. Yo quiero vestirme como me cante, como me sienta yo, como me sienta más cómoda, más libre. Me gustan las ropas y los objetos pero los elijo por su utilidad y porque me siento bien en ellos no porque estén de Moda. La Moda es el corsé de la libertad de actuar y pensar, es la alienación más inmediata. Me hacen falta un sinfín de cosas, pero nunca las tendré y no aspiro a eso, ¿o sí? Ojo, yo también me someto a esa alienación y le resisto, pero me cuesta. Y cómo! El otro día fui a las galerías Lafayette y terminé mareada. Había cola para Longchamp, resultado, no compré lo que necesitaba en rebajas porque no podía concentrarme...

el hábito no hace al monje, pero cómo entender esto en una sociedad que solo mira el exterior?
Nadie, salvo excepciones, se relaciona a través de la mirada franca, eso es raro, es casi planetario.
Creo que hay tantas cosas que distraen la vista, tantos parques temáticos, tanta propaganda, tanto objeto absurdo, que no podemos concentrarnos en lo esencial, lo que vivimos, lo que miramos.

volveré con mis notas desde París, extraño, mucho, mucho, Caracas. Pienso que es solo un paréntesis, una especie de vacaciones, que pronto regresaré y 4estoy segura de que sí.


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